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Escrito por EDITORIAL PERIODICO OPINION

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El Cooperativismo es no sólo una fórmula para organizar unidades productivas de nuevo tipo, sino una concepción completa del ser humano y de la sociedad. Ante la desaparición del socialismo oficial instaurado en 1917 y la crisis fundamental del capitalismo, la gente busca u sistema que compatibilice todas las posibilidades que se  dan en el ser humano, sin pretender imponer, totalitariamente, ninguna de ellas.

Cualquier debate o todo debate sobre la organización que la humanidad debe adoptar para resolver sus problemas y alcanzar sus objetivos, comienza necesariamente por asumir una posición respecto de la persona. De nuestro concepto del ser humano  derivan nuestras ideas acerca de la organización política de la sociedad, de la propiedad y del trabajo así como de la ciencia y de la tecnología. Quien ama y respeta al ser humano actuará en ese sentido en la política, e la economía y en la cultura.

Los cooperativistas, a diferencia de otras tendencias que se empeñan en demostrar que el ser humano es competitivo, afirman que es solidario. Siendo una criatura eminentemente social tiene que vivir entre sus semejantes, en la proyección de ese destino no tiene más alternativa que hacerlo decentemente. La competencia que, e última instancia, reduce las relaciones sociales  a la mera correlación de fuerzas conlleva el riesgo de la extinción. No hay ganador con fuerza suficiente e inagotable como para ser siempre ganador, tampoco perdedor que se resigne pacífica e indefinidamente a esa situación.

Para resolver los problemas de este tiempo: brecha creciente entre pobres y ricos, violencia implícita en el mismo orden establecido, depredación de la naturaleza y uso perverso de la ciencia y la tecnología, es imprescindible modificar aspectos básicos, es decir, las causas mismas y o sólo los efectos. Necesitamos debatir la significación humana y los alcances de la propiedad privada.

La tremenda inestabilidad así como la frustración colectiva de la población boliviana es parte de esa problemática universal a que nos referimos, agravada en términos fatales por la ineptitud y la corrupción de los núcleos dominantes nativos. En esta coyuntura en la que la crisis pone en evidencia  el agotamiento del Estado organizado de 1825, el cooperativismo es la tendencia con mayor capacidad para formular un proyecto histórico completo. Lo hará para presentarlo a la Constituyente y en dimensión más amplia al pueblo mismo.*EDITORIAL PERIODICO OPINION, 12 DE NOVIEMBRE DE 2003