El cooperativista informa
  Angel Valenzuela Soliz  
El cooperativista informa 2
  Arq. Franz Gonzales Zurita    
1 2

social share

CONTACTOS

contact

Arq. Franz Víctor Gonzales Zurita

4227264

70346666

[email protected]

[email protected]

Los cambios climáticos que se registran en Bolivia, producto de la falta de cuidado del medio ambiente, ponene en riesgo la seguridad alimentaria de la población boliviana, sostiene el licenciado Angel Valenzuela Soliz un conocido personaje de Cochabamba, entendido en temas económicos.

 

La Seguridad Alimentaria en Bolivia es un tema de vital importancia. Cada vez se evidencia, con mayor frecuencia, que son más los sectores de la población boliviana que todavía sufren los efectos de una alimentación insuficiente o inadecuada, la cual se expresa principalmente en las altas tasas de desnutrición crónica y/o la presencia de déficits específicos de algunos nutrientes como el hierro y la vitamina A. Estos conjuntos poblacionales son vulnerables a la inseguridad alimentaria. Contradictoriamente, la mayoría de esta población es indígena y campesina, o sea, productora agropecuaria.

Las principales causas de esta situación están relacionadas con las mismas bases estructurales que generan la pobreza, vale decir con un insuficiente ejercicio de derechos, lo que repercute en limitado acceso a la tierra, a la tecnología y al capital; baja educación, bajos ingresos, baja accesibilidad a servicios básicos, entre otros”.

El problema de la desnutrición crónica se expresa en una deficiencia de nutrientes en el organismo a causa de una dieta pobre de vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas. Esta condición se manifiesta en la talla baja que presenta un niño con respecto a su edad. Según el ENDSA 2008, con los nuevos estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de desnutrición crónica en niños y niñas menores de cinco años alcanza al del 27%. Esta realidad sitúa a Bolivia como uno de los países con mayor desnutrición crónica de América Latina. Sin embargo, según el Consejo Nacional de Alimentación y Nutrición (CT- CONAN), la desnutrición crónica en menores de cinco años bajó en Bolivia de 27 a 20% en los últimos ocho años. Con estos datos, Bolivia se encontraría más o menos en el mismo nivel que los países andinos en cuanto a desnutrición crónica en niños.

En nuestro país los niños y niñas del área rural tiene un riesgo 2.6 veces mayor de sufrir desnutrición crónica que los de área urbana; los niños de madres que cursaron sólo el ciclo primario o no tienen ningún nivel de instrucción de 3 a 5 veces más que aquellos con mayor nivel de instrucción. La anemia nutricional por deficiencia de hierro, afecta a niños y niñas menores de cinco años y mujeres en edad fértil con una prevalencia de 51% y 37 % respectivamente, afectando más a los que viven en el área rural. Según los resultados del estudio de la Línea de Base a nivel nacional (llevada a cabo en el 2007), ocho de cada diez niños y niñas menores de dos años tiene algún grado de anemia (81.9%).

La deficiencia de Vitamina A incrementa la probabilidad de sufrir dolencias en las articulaciones ya que dificulta la regeneración de los huesos; genera ceguera crepuscular (mal llamada ceguera nocturna); disminución de la agudeza visual cuando oscurece; sensibilidad a infecciones como el Sarampión y sequedad de la conjuntiva ocular, entre otros.